miércoles, 17 de diciembre de 2008

Revolucion Cubana

La Revolución Cubana es el término con el cual se designa al movimiento revolucionario que comenzó con la insurgencia que se opuso a la dictadura de Fulgencio Batista. Posteriormente este nombre ha pasado a definir un período histórico tras su triunfo el 1 de enero de 1959, por varias fuerzas insurgentes, entre las que predominaba ampliamente el Ejército Rebelde, brazo armado del Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro.

Pensamiento revolucionario del siglo XIX: PRC

Luego de las tendencias reformistas y autonomistas de notables pensadores criollos, como José de la Luz y Caballero y Félix Varela (quienes posteriormente derivaron sus ideas hacia el independentismo) y sus marcados fracasos como enviados hacia las Cortes españolas, los pensadores más progresistas del siglo XIX llegaron a la conclusión de que sólo la independencia de Cuba podría reivindicar a su población. A pesar de las advertencias de autonomistas cubanos (Rafael Montoro; Domingo del Monte) y de políticos y militares españoles como Práxedes Mateo Sagasta y Arsenio Martínez Campos, de la utilidad del status de Autonomía para Cuba, en aras de no perderla totalmente, el gobierno de Cánovas llevó a cabo una política empecinada y burocrática de extorsión y extremismo para con la isla caribeña.

Luego de la fracasada Guerra de los Diez Años (1867-78), el pensamiento revolucionario cubano tomó una forma más acabada, con un sostén filosófico, ideológico y social mucho más profundo con el pensamiento y la acción organizativa de José Martí quien dedicó prácticamente toda su vida adulta a la lucha por la independencia. Martí creó el Partido Revolucionario Cubano (PRC) en Nueva York con el motivo de reunir cubanos con las mismas ideas y veteranos de la Guerra de los Diez Años. Tras muchos conflictos e intentos fallidos, finalmente se logró que comenzara la "Guerra Necesaria" como Martí llamó a la Guerra de Independencia de 1895-98. En 1898, ante un poder español cada vez más acosado en unos pocos núcleos urbanos, con la guerra francamente a favor del triunfo de los insurrectos, los Estados Unidos, con Mono McKinley como presidente, ordenan la intervención armada en el conflicto, indudablemente acelerando la total derrota de España en la guerra. Martí, quien había advertido con tiempo del peligro que entrañaban los Estados Unidos para Cuba y el resto de América Latina , había caído en combate el 19 de mayo de 1895. El 7 de diciembre de 1896 había caído también el Lugarteniente General Antonio Maceo, el otro dirigente y guerrero revolucionario. El General en Jefe Máximo Gómez, indiscutible líder militar de la Revolución de 1895, no se sentía autorizado, por su condición de dominicano, para dirigir los destinos de Cuba e impedir lo que estaba sucediendo ante sus ojos

Pensamiento revolucionario del siglo XX

Antecedentes Latinoamericanos

Los antecedentes generales de los movimientos revolucionarios latinoamericanos se encuentran quizás un poco lejos. El ejemplo de la Gran Revolución Socialista de Octubre de Rusia fue tan fuerte que se crearon numerosos partidos socialistas y comunistas en todo el subcontinente. En Argentina se desarrolló la ideología de "socialismo espiritual", entre cuyos ideólogos se destacó el sociólogo y psicólogo social José Ingenieros. Es interesante destacar que las primeras influencias idelógicas de Castro fueron a través de los escritos de Primo de Rivera y la Falange española, lo cual es natural teniendo en cuentas que su padre era gallego como Franco y que el propio Fidel estudiaba en un colegio de jesuítas mayoritariamente españoles .Su guía espiritual en Belén ha contado cuántas veces cantaron juntos con fervor el himno falangista "Cara al Sol", según narrará el jesuita español Armando Llorente, que fue profesor y mentor de Fidel Castro en el colegio Belén de La Habana. Años más tarde (1958) ante la interpelación del padre Llorente sobre si la revolución en marcha era de carácter comunista o humanista, Fidel Castro exclamó: "Padre, de dónde voy a sacar el comunismo si mi padre es más franquista que usted!", recordó al jesuita.

El antecedente más inmediato de la Revolución Cubana se encuentra en lo que se denomina los Diez años de primavera (1944-1954) de Guatemala y en el gobierno de Perón en Argentina.

En 1944, un movimiento estudiantil encuadrado en el amplio movimiento de la Reforma Universitaria latinoamericana, derrocó al dictador Ubico e impuso un sistema democrático por primera vez en la historia guatemalteca, resultando electo presidente Juan José Arévalo. Arévalo, un educador formado en la Argentina que se adhería a una ideología que él denominaba "socialismo espiritual", inició una serie de reformas políticas y sociales. Su sucesor (elegido en 1951), el coronel Jacobo Arbenz, profundizó tales medidas y en 1952 inició un importante proceso de reforma agraria, que afectó seriamente los intereses de la empresa estadounidense United Fruit, que tenía sólidos lazos con la administración del presidente Eisenhower. Sosteniendo que se trataba de un gobierno comunista, Estados Unidos comenzó a operar entonces para desestabilizar al gobierno de Arbenz, culminando en un golpe de Estado al mando del Coronel Carlos Castillo de Armas. También tuvo una fuerte influencia en el pensar latinoamericano el gobierno populista de Juan Domingo Perón en Argentina, derrocado por un golpe militar. De hecho Castro estaba en Bogotá en 1948 promocionando un encuentro estudiantil peronista cuando participó en el llamado "bogotazo" a la muerte de Gaitán. La caída de los gobiernos de Jacobo Arbenz y Juan Domingo Perón llevó a amplios sectores nacionalistas y de izquierda de América Latina a abandonar la «vía democrática» para realizar reformas sociales y exacerbar los sentimientos contrarios al llamado imperialismo norteamericano. El antiimperialismo, una ideología con antiguas raíces en América, se convirtió entonces en una posición política generalizada en las fuerzas políticas de la izquierda latinoamericanas, con fuerte influencia y financiamiento de la URSS.

Partido Comunista de Cuba

El triunfo de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, la difusión de los ideales socialistas y socialdemócratas europeos y latinoamericanos, llevaron a la creación del primer Partido Comunista de Cuba, fundado inicialmente por Carlos Baliño (quien fuera fundador del PRC y conocido de Martí) y Julio Antonio Mella(sobrino-nieto de Matias Ramon Mella, padre de la patria dominicana) en 1925. Mella fue un gran organizador, dirigente universitario, notable sindicalista y hombre de acción obrera, que dirigió numerosas manifestaciones (tanto escritas como en la calle) de protesta y condena a los gobiernos de turno. Luego de exiliarse en 1926, continuó su actividad luchadora en México, donde alcanzó rango continental por sus ideas claras con respecto al orden de las acciones para llevar a cabo una lucha política exitosa. En 1929 era asesinado misteriosamente en México, aún se debate si su asesinato fue ordenado por Machado o por Stalin. Cínicamente, el mismo Machado participó en su entierro, donde dio condolencias y habló irónicamente de que "...era una buena persona, pero comunista", lo que le valió el calificativo de "asno con garras" que le adjudicó el líder obrero y poeta Rubén Martínez Villena.

Después de la muerte de Mella, la Revolución del 30 dirigida por el agonizante Martínez Villena, barrió con la dictadura de Machado, pero la toma del poder por parte de la clase obrera no llegó a producirse. Después de un período que fue llamado "efebocracia" y mangoneo" por Raúl Roa García (más tarde primer Canciller de la Revolución Cubana y por muchos años activo anticomunista), y de algunos presidentes cuyos nombres han sido prácticamente olvidados por el pueblo cubano, llegó al poder la Pentarquía, seguida después por el Triunvirato del Gobierno de los Cien Días, en el que alternaron fuerzas tres tendencias diferentes: el antimperialismo consecuente, revolucionario y popular de Antonio Guiteras Holmes, la politiquería dubitativa e inconsecuente de Ramón Grau San Martín y la oposición sorda pero amenazadora de Fulgencio Batista, quien había sido aupado al poder tras la castrense "Revolución de los Sargentos" por el ABC, partido de tendencia fascista que expresaba a los sectores más reaccionarios de la burguesía cubana. Batista además estaba en contacto permanente con la Embajada norteamericana, dirigida por un verdadero procónsul, el célebre Jeffryson Caffery, quien fuera secamente llamado por Guiteras a limitarse a sus funciones diplomáticas.

Guiteras, quizás el revolucionario cubano más consecuente de la década de 1930, era enemigo acérrimo del Partido Comunista de Cuba de esos años, cuyo hombre más notable era entonces Juan Marinello, excelente literato y organizador sindical, pero apologista de la organización stalinista de la Unión Soviética, con lo cual Guiteras estaba en pleno desacuerdo. No obstante, en su intensísima actividad como Secretario de Gobernación, legalizó su actividad y tuvo varios encuentros violentos con Batista por la represión a que fueron sometidos más de una vez.

Batista, además de reprimir las manifestaciones y huelgas obreras de todo ese período, a la postre logró el asesinato de Guiteras en Matanzas (junto a Carlos Aponte), cuando éste intentaba exiliarse para organizar la insurrección desde el exterior.

Después de un breve período aparentemente constitucional (la nueva Constitución de 1940 era una de las más avanzadas del mundo, de haberse aplicado consecuentemente), favorecido por la política del Buen vecino estimulada por el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, Batista, ante la radicalización de los nuevos revolucionarios y su evidente impopularidad ante otros candidatos presidenciales, se aseguró el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos antes de tomar una acción más radical.

Origen político inmediato de la Revolución Cubana

El 10 de marzo de 1952 un golpe de Estado dirigido por Fulgencio Batista derrocó fácilmente y sin resistencia al presidente electo Carlos Prío Socarrás, del Partido Auténtico, en un marco internacional que transitaba los primeros momentos de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Inmediatamente se suspendieron las garantías constitucionales y se instauró una fuerte dictadura militar. Dos años después se celebrarían unas amañadas elecciones para la presidencia, cuyos resultados se sabían de antemano. El argumento de Batista fue el de luchar contra la corrupción y el gansterismo, pero en realidad fue para tomar el poder y enriquecerse particularmente él y sus allegados.

La continuación del escandaloso nivel de corrupción que caracterizó el periodo republicano , el enriquecimiento de una oligarquía cada vez más reducida, que llegó a afectar notablemente a la incipiente clase media cubana, llevaron a la conformación de una oposición generalizada, partidaria de la insurrección para desalojar del poder a Batista.[1] Con esa oposición se identificaron numerosos partidos políticos, los sindicatos, el movimiento estudiantil, e incluso sectores del empresariado . Durante los dos primeros años (1952-54) incluso los Estados Unidos tomaron una posición de aparente censura a la violencia dictatorial de Batista, limitando los suministros militares. El mismo presidente depuesto, Carlos Prío Socarrás, un político que nunca se expuso al peligro de una acción concreta, expresaba ese clima revolucionario diciendo: «triunfaré por cualquier medio, incluso el más extremo».[2]

Bandera del Movimiento 26 de Julio creado en 1955 por un grupo de nacionalistas cubanos entre los que se destacaba Fidel Castro.

En esas condiciones, un grupo de jóvenes se desligó del cuerpo principal del Partido del Pueblo Cubano (Partido Ortodoxo) (muy popular y considerado virtual ganador en las elecciones de 1952 impedidas por el golpe de Batista) , identificados del resto por su decisión de tomar la lucha armada si era necesario para derrocar el régimen batistiano. Este grupo de jóvenes, que se autotitularon la "Generación del Centenario" por coincidir con el centenario del nacimiento de José Martí en 1853, se organizaron militarmente y liderados por Fidel Castro, el 26 de julio de 1953 intentaron tomar el Cuartel Moncada ubicado en Santiago de Cuba, y el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, fracasando en el intento y sufriendo decenas de muertos. El gobierno militar respondió con una severa acción represiva que llevó a la detención y enjuiciamiento público de Fidel Castro y otros atacantes. Castro, por entonces era un abogado de ideas nacionalistas, y aparentemente muy en desacuerdo con todo lo que significara comunismo representado entonces por el Partido Socialista Popular o PSP. Mas bien, sus simpatías colindaban con el falangismo, Primo de Rivera y Franco. No obstante, Fidel Castro tenía amigos comunistas (Alfredo Guevara) y su propio hermano, Raúl, era miembro de la Juventud Socialista. Castro había sido miembro de varias pandillas gangteriles en la Universidad y era admirador del líder del Partido Ortodoxo, Eduardo Chibás, un nacionalista de ideas decididamente democráticas y anticomunistas. Por cierto que Chibás siempre demostró marcado desprecio por Castro al cual consideraba un oportunista peligroso. Andersen, Jan (2006). Che Guevara: una vida revolucionaria. Barcelona:Anagrama; págs. 174-178 Fidel, al borde de una evidente condena, aprovechó el juicio público para denunciar la dictadura de Batista. Su célebre autodefensa y sus duros alegatos públicos, que obligaron a los jueces a excluirlo del juicio, fueron recogidos en notas por asistentes al juicio, y compilados posteriormente en un volumen conocido como La historia me absolverá, tomado de las palabras de Hitler cuando el Juicio en Munich, que fue impreso por primera vez en la más absoluta clandestinidad. Este manifiesto lo transformó en una figura nacional y símbolo de la resistencia contra Batista.

Tras 22 meses de prisión en la Isla de Pinos, ante la creciente presión popular e internacional y varias intentonas insurreccionales, Castro y sus compañeros fueron amnistiados por Batista en 1955. Pocos días después fundó en la clandestinidad el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) una organización cuyo fin era derrocar a Batista y que tenía una ideología DE PROGRESO Y DE GRANDES CAMBIOS antiimperialista-democrática fundada en las ideas de José Martí.

Por aquel entonces, a poco de iniciada la Guerra Fría y como herencia del Macartismo se generalizó en América Latina la acusación de «comunismo» como táctica para desprestigiar y reprimir los movimientos democráticos y sociales. Juan José Arévalo alertaría sobre este mecanismo en su libro AntiKomunismo en América Latina (1959).[3]

El 7 de julio Fidel Castro se dirigió a México para preparar un grupo guerrillero con el cual volver a Cuba y comenzar la lucha armada.

En el exilio, Castro estableció contactos y acuerdos con otras fuerzas favorables a la lucha armada para derrocar al dictador, de las más variadas ideologías como el Directorio Revolucionario de José Antonio Echeverría, integrado por estudiantes de la Universidad de La Habana, el ex presidente Carlos Prío Socarrás del Partido Auténtico, y Acción Nacional Revolucionaria (ANR), liderado por Frank País. Incluso un sector de la CIA (Agencia Central de Inteligencia Americana), apoyaba la lucha armada contra Batista y llegó a financiar, a través de Carlos Prío, el inicio de la guerrilla que estaba preparando Fidel Castro.[4]

La lucha armada

Mapa de Cuba

El 25 de Noviembre de 1956 zarpó de Tuxpan, estado de Veracruz, el yate Granma, con 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio, entre los que se encontraban Fidel Castro, Juan Manuel Márquez, Raúl Castro, Juan Almeida Bosque y Ernesto Che Guevara, este último unido a la guerrilla después de llegar a México huyendo de la represión posterior al derrocamiento del gobierno democrático popular de Jacobo Arbenz en Guatemala. Después de 7 jornadas de tormentosa navegación encalló en los manglares de Playa Las Coloradas, en las costas orientales de Cuba el 2 de diciembre de 1956. La planificación del desembarco era para el 30 de noviembre, cuando debían ser apoyados en la ciudad de Santiago de Cuba por un alzamiento popular organizado por Frank País. La tardanza impidió el éxito de esta coordinación destinada a distraer las fuerzas del ejército batistiano para facilitar el desembarco de los guerrilleros.

Dispersos, medio perdidos y perseguidos, los expedicionarios sufrieron una seria derrota inicial en Alegría de Pío debido a la cual poco más de 20 hombres (de los 82 iniciales) pudieron internarse en la Sierra Maestra, una zona de difícil acceso en el Oriente cubano, donde lograron instalarse. Luego del bombardeo de Alegría de Pío y posterior asesinato de varios expedicionarios, el gobierno de Batista difundió la falsa noticia de la muerte de Fidel Castro y todos los expedicionarios, lo cual entristeció los ánimos de numerosos revolucionarios del país, pero en las semanas siguientes cambiaría la situación.

1957:

  • 16 de enero: la guerrilla castrista realiza su primera acción militar, atacando y tomando el pequeño destacamento militar de La Plata.
  • 17 de febrero: aparece en el New York Times, el periódico más leído de los Estados Unidos, una entrevista a Fidel Castro realizada por Herbert Matthews en Sierra Maestra. El impacto es enorme y comienza a generar una gran simpatía hacia los guerrilleros en la opinión pública nacional e internacional.
  • 30 de julio: se produce el alevoso asesinato de Frank País en Santiago de Cuba que desencadena un estallido popular y termina de volcar a la opinión pública contra el régimen de Batista. Frank País era un Pastor Bautista que tuvo serias discrepancias con Raúl Castro y Ernesto Guevara.

Durante este año se ramificaron las células del 26 de Julio en casi todas las ciudades y pueblos importantes del país, llevando a cabo acciones de protesta, sabotajes y ajusticiamientos de esbirros y "chivatos" (delatores) a todo lo largo de la isla.

1958:

  • 27 de febrero: Fidel Castro decide ampliar las operaciones de la guerrilla creando tres nuevas columnas al mando de Juan Almeida, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos. Almeida debe actuar en la zona oriental de Sierra Maestra y Raúl Castro abrir un Segundo Frente e instalarse en la Sierra Cristal, al norte de Santiago.
  • 6 de mayo: las tropas de Batista inician una ofensiva general en la Sierra Maestra para destruir la guerrilla castrista. Se producen importantes batallas como El Jigue y Santo Domingo. Luego de un período defensivo en el que los rebeldes deben limitarse a los macizos del Pico Turquino, el Hombrito, la Bayamesa y Malverde, los soldados del ejército de Batista se retiran con numerosas bajas y desmoralizados, seguidos de cerca por una contraofensiva rebelde que cada vez posee más territorio.
  • 7 de agosto: Batista ordena la de retirada en masa de la Sierra Maestra y la debilidad del régimen se hace evidente. Fidel Castro decide entonces expandir la guerra al resto de Cuba. El Che Guevara y Camilo Cienfuegos son enviados al centro del país para dividir la isla en dos y preparar el ataque a la estratégica ciudad de Santa Clara, llave del camino a La Habana, mientras que Fidel y Raúl Castro permanecerán en el Oriente para controlar la región y atacar finalmente Santiago de Cuba.
  • 31 de agosto: las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos parten a pie hacia el Occidente cubano. Tardan seis semanas de caminatas por zonas pantanosas de la costa sur de Camagüey y Sancti Spíritus hasta llegar a la zona montañosa del Escambray, particularmente en la zona del Caballete de Casa, en la antigua provincia de Las Villas.
  • 3 de noviembre: se realizan unas amañadas elecciones presidenciales, pero ninguna fuerza política les concede legitimidad.
  • Fines de noviembre: el gobierno intentó una ofensiva sobre las posiciones guerrilleras instaladas en Escambray.
  • 4 de diciembre: las tropas comandadas por el Che Guevara y Camilo Cienfuegos pasan a la ofensiva. Atacar los regimientos de la zona central de la isla, con el fin de aislar a las tropas gubernamentales.

Para fines de diciembre de 1958 la debacle de la dictadura de Batista aparecía como inevitable. El 28 de diciembre las milicias comandadas por el Che Guevara iniciaron el decisivo ataque contra la ciudad de Santa Clara, llave del centro de la isla y último reducto antes de La Habana. El 31 de diciembre, cuando las tropas rebeldes tomaron el tren blindado que el gobierno había enviado para fortificar la ciudad, Batista decidió huir hacia Santo Domingo junto con el presidente electo Andrés Rivero Agüero, quedando el país virtualmente acéfalo y a cargo del General Eulogio Cantillo.

Luego de una reunión entre Fidel Castro y el general Eulogio Cantillo, éste intentó organizar una junta militar con sede en el regimiento de Campo Columbia,con el magistrado Orlando Piedra. Posteriosrmente se crea otra encabezada por el coronel Ramón Barquín, que había estado preso en Isla de Pinos por conspitrar. La maniobra fue rechazada por Fidel Castro que llamó a la huelga general con la consigna "Revolución, SI; golpe de Estado, NO." y ordenó a sus comandantes Che Guevara y Camilo Cienfuegos continuar el avance hacia La Habana y tomar las posiciones claves de la capital.

En la madrugada del 1 de enero de 1959, las tropas del Segundo Frente Nacional del Escambray comandadas por Eloy Gutiérrez Menoyo entraron a La Habana. Al día siguiente llegaron las tropas del Movimiento 26 de Julio comandadas por Camilo Cienfuegos y el Che Guevara, tomando sin resistencia el regimiento de Campo Columbia y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, respectivamente. Al entrar a Campo Columbia, Cienfuegos excluyó del mando al Coronel Barquín y detuvo al General Cantillo. Poco después las tropas del Directorio Revolucionario, al mando de Faure Chomón, ocuparon el Palacio Presidencial, lo cual originó una crisis entre las fuerzas revolucionarias.

Simultáneamente, el mismo 1 de enero, Fidel Castro entró triunfante a Santiago de Cuba, declarándola capital provisional de Cuba y proclamando al magistrado Manuel Urrutia Lleó como presidente de la nación. Por el momento, el gobierno de Estados Unidos reconoció al gobierno revolucionario.

A partir de ese momento el poder quedó definitivamente en manos de las fuerzas revolucionarias. Históricamente, se toma como fecha del triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.

La Revolución en el Poder

El Triunfo de la Revolución

En los primeros 6 meses de 1959 se llevan a cabo ejecuciones sumarias de antiguos miembros de las Fuerza Armadas de Batista, calculándose en unos 300 los fusilamientos en La Habana y Oriente principalmente. La prensa norteamericana muestra preocupación, lo cual irrita a Castro.

Una vez tomado el poder, la oposición formó un nuevo gobierno. El Presidente fue Manuel Urrutia Lleó y el Primer Ministro José Miró Cardona. Los ministros fueron Regino Boti (Economía), Rufo López Fresquet (Hacienda), Roberto Agramonte (Relaciones Exteriores), Armando Hart (Educación), Enrique Oltuski (Comunicaciones), Luis Orlando Rodríguez (Interior), Osvaldo Dorticós Torrado (Leyes Revolucionarias), Manuel Ray (Obras Públicas) y Faustino Pérez (Recuperación de Bienes Malversados). Fidel Castro permanecía como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Se trataba de un gobierno moderado , en el que coexistían diversas tendencias.

Sin embargo, ante las discrepacias de Castro con Urrutia por su resistencia a permitir la creciente influencia comunista en el gobierno, se orquesta una supuesta "renuncia" de Castro a su cargo de Primer Ministro, generando un movimiento masivo para obligar al presidente a abdicar, siendo nombrado Osvaldo Dorticós como nuevo presidente, con Fidel Castro como Primer Ministro. Con este gobierno, dirigido de facto por Fidel Castro y fuertemente influido por Ernesto Che Guevara, la Revolución Cubana comenzó su radicalización como revolución comunista con eje inicial en la Reforma Agraria.

El 7 de mayo de 1959 se aprobó la ley de reforma agraria y de creación del INRA que se convertiría en el centro del poder del Estado cubano. Se abrió entonces un proceso de expropiaciones y nacionalizaciones que afectaron fuertemente a la clase alta y a las empresas estadounidenses. Simultáneamente los sectores moderados en el gobierno (Miró Cardona, Urrutia, López Fresquet) fueron siendo reemplazados, al mismo tiempo que casi toda la clase alta propietaria de las plantaciones e ingenios azucareros y un considerable sector de la clase media, abandonaban el país y se instalaban en Estados Unidos.

Insurreción derivada de República Dominicana

Al triunfo de la revolución encabezada por Fidel Castro (1 enero 1959), un grupo de dirigentes dominicanos exiliados vieron la oportunidad de invadir República Dominicana y liberarla de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y desde el primer momento por supuesto contaron con la ayuda del aún no declarado régimen comunista cubano, y en menor escala con la del presidente electo democrático de Venezuela, Rómulo Betancourt, quien era un acérrimo enemigo de Trujillo por haber organizado un espectacular atentado en su contra.

El grupo que iba invadir a Rep. Dominicana comenzó a entrenarse en Pinar del Río, y el reclutamiento lo hacían casi en forma pública en Cuba, Venezuela, Estados Unidos y otros países. El mando militar estaba a cargo del comandante Enrique Jiménez Moya natural de República Dominicana, y que había llegado a la Sierra Maestra (Cuba), a principio de diciembre 1958 por avión desde Venezuela uniéndose a las guerrillas que combatían a Batista. Como anécdota puede decirse que en ese avión también venia, entre otros, el Dr. Manuel Urrutia, que aterrizó en el aeropuerto rebelde de Cienaguilla en la Sierra, en una breve visita a los rebeldes.

El día 14 de junio parte desde Cuba el primer contingente de unos 50 hombres en un avión pintado como si fuera de la Fuerza Aérea de Trujillo, y aterriza en horas de la tarde en el aeropuerto militar de Constanza. Después de una breve refriega con soldados de la base aérea que confundidos se acercaron a investigar, Jiménez Moya y sus hombres se internaron en las cercanas montañas.

Esta acción de Jiménez Moya estaba programada para que otros grupos desembarcan en lancha por dos puntos de República Dominicana, pero por una serie de razones no ocurrió hasta seis días después. El 20 de junio los expedicionarios que faltaban parten de Cuba en lanchas y desembarca un grupo por Estero Hondo y el otro por Maimón, los cuales fueron sorprendidos por el ejército de Trujillo donde un gran numero de ellos murieron, y el resto pudo alcanzar las montañas. En Cuba quedó otro contingente, el cual no participo en la invasión

Perseguidos por el ejército fueron cayendo los alzados, y para fines del mes de junio prácticamente estaba aniquilada la invasión. El día 4 de julio el dictador Trujillo proclamaba la victoria. Hoy en día, los mártires del movimiento del 14 de junio son recordados en Santo Domingo como la Raza Inmortal.

Primera invasión a Cuba

En agosto de 1959 el dictador de República Dominicana, Rafael Trujillo, con apoyo de los Estados Unidos, ordenó la primera invasión a Cuba, a través de la Legión Anticomunista del Caribe, que terminó en un completo fracaso. Estados Unidos, a través de la CIA, impulsó la organización de grupos guerrilleros anticastristas.[5]

El gobierno revolucionario de Cuba

Inmediatamente luego de la Reforma Agraria y muy especialmente la expropiación de propiedades norteamericanas sin apropiada compensación, los Estados Unidos decretaron la eliminación de la Cuota Azucarera cubana, que permitía precios preferenciales y estables en el mercado norteamericano. La respuesta fue la de intervenir un número adicional de propiedades agrícolas y ganaderos de norteamericanos. Al mismo tiempo, la Unión Soviética se ofreció a comprar, a precios ventajosos, la misma cuota que los Estados Unidos se negaban a adquirir, a cambio de petróleo fundamentalmente. Las compañías refinadoras se negaron a aceptar el producto que llegaba de la URSS.De inmediato cesaron los suministros de petróleo norteamericano y venezolano (controlado por los Estados Unidos) para las industrias cubanas, pero éste también fue sustituido por el petróleo soviético.Como consecuencia fueron nacionalizadas las empresas norteamericanas y la británica-holandesa Shell. En Octubre es destituído y arrestado el Comandante Huber Matos, Jefe de la Provincia de Camagueya, por haber denunciado la penetración comunista en el gobierno. Pocos días después en un accidente de aereo, muere elcomandante Camilo Cienfuegos.

Relaciones con la URSS y el bloque socialista

Rápidamente comenzó la expansión de las relaciones políticas, económicas y militares. El gobierno castrista orientó sus relaciones internacionales hacia una alianza comercial y militar con la Unión Soviética con el fin de compensar la balanza económica y evitar una casi segura intervención militar de los Estados Unidos.

El 7 de noviembre de 1960 el Che Guevara viajó durante dos meses por los países comunistas: Checoslovaquia, Unión Soviética, China, Corea y Alemania Democrática. Tanto la Unión Soviética como China se comprometieron a comprar la mayor parte de la zafra cubana. Cuando finalizó la visita, Cuba tenía acuerdos comerciales financieros, además de vínculos culturales con todos los países del bloque, relaciones diplomáticas con todos menos Alemania Oriental y acuerdos de asistencia científica y técnica con todos menos Albania.[6] No obstante, es célebre la acalorada discusión entre el Che Guevara y Fidel acerca de los métodos del socialismo burocrático del bloque socialista de Europa del Este, fuertemente criticados por el Che.

Invasión a la Bahía de Cochinos

Artículo principal: Invasión de Bahía de Cochinos

El 17 de abril de 1961 se produjo la ya prevista Invasión de Bahía de Cochinos, desde Nicaragua, organizada por la CIA y auspiciada por el presidente John F. Kennedy, que volvió a finalizar en un estruendoso fracaso que causó el despido del director de la CIA, Allen Dulles, y su reemplazo por John McCone.

La invasión fue realizada por exiliados cubanos , residentes en Miami la gran mayoría, y entrenados por el gobierno de Estados Unidos.

Luego de bombardear los aeropuertos cubanos (aviones norteamericanos con insignias cubanas destruyeron numerosos aviones, dejando a la indefensa fuerza aérea cubana con once naves), escoltados por buques de guerra de Estados Unidos, llegaron a este lugar cinco barcos, con barcazas y lanchas. En la artillería terrestre la CIA proporcionó tanques, camiones, cañones sin retroceso y otros artículos de artillería.

El apoyo aéreo fue proporcionado por naves norteamericanas que, exceptuando una, aterrizaron en aeropuertos de la Florida. Fueron en total 16 (mayor número que las propias cubanas) y muchas de ellas fueron derribadas.

Con el inicio de la invasión, nada más el primer día, fueron hundidos dos barcos invasores. La acción rápida de las recién creadas Milicias Nacionales Revolucionarias, junto al Ejército Rebelde y con la dirección táctico-estratégica de Fidel Castro, impidieron lo que el propio Fidel Castro sospechaba, el intento de establecer una cabeza de playa y un Gobierno Provisional para ser reconocido por el Gobierno de los Estados Unidos para facilitar la intervención armada. Al día siguiente la correlación de fuerzas se invirtió, y la batalla fue peor para los mercenarios invasores (perdieron más de 1500 hombres) y muchos más fueron capturados en los manglares y cenagales de la península de Zapata. En las últimas horas el propio Fidel Castro dirigió personalmente y en el lugar los combates finales, que se produjeron en Playa Girón, en la mañana del 19 de Abril. La invasión a Cuba, heredada por el presidente John F. Kennedy de su antecesor Dwight Eisenhower, fracasó principalmente por la feroz respuesta defensiva popular, pero en parte también porque Kennedy, quien no era precisamente el más entusiasta apoyo de esta acción, nunca ordenó la intervención directa del ejército norteamericano.

El estrepitoso fracaso de la invasión facilitó el alineamiento de Fidel Castro con la URSS y lo hizo definitivo, colocando además, la figura del líder revolucionario como imagen en la política mundial. De este modo, ese fuerte centralismo serviría para intervenir ideológicamente en otros países de America Latina y Africa, que atravesaban una situación similar a la de Cuba.

La CIA y Cuba

Precisamente el 3 de enero de 1961, en una de las últimas medidas de su gobierno antes de entregar el poder a John F. Kennedy, Eisenhower cortó las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. El enfrentamiento abierto era inminente.

En noviembre de 1961 la CIA estableció un gigantesco programa llamado "Operación Mangosta", dirigido por Edward Lansdale, con el fin de organizar actos de sabotaje, terrorismo, asesinatos de los líderes cubanos, ataques militares e infiltraciones que desestabilizaran al gobierno cubano y lo llevaran al colapso para octubre de 1962.[7] La ofensiva de aislamiento contra Cuba avanzó en enero de 1962 cuando los países americanos, cuyos gobiernos estaban encabezados por fieles lacayos de los EE.UU., tomaron la decisión de excluirla de la OEA, con la honrosa excepción de México, cuyo Senado y su enviado a la OEA se opusieron dignamente a la medida y nunca rompió las relaciones diplomáticas ni comerciales con Cuba, mostrando una política exterior mucho más independiente. Otra nación que rápidamente reconoció al naciente Gobierno de Cuba fue Canadá, uno de los pocos países cuyos bancos y negocios fueron mayoritariamente respetados por la Isla.

Crisis de los Misiles

A fines de junio de 1962, la Unión Soviética y Cuba tomaron la decisión de instalar misiles atómicos en Cuba, lo que entendían era el único modo de disuadir a Estados Unidos de invadir Cuba,[8] además de suponer para las relaciones soviético-estadounidenses un paso más en la Guerra Fría (en agosto de 1961 se había construido el muro de Berlín, en febrero de 1962 se había producido el novelesco intercambio de prisioneros consecuencia del caso del avión espía U-2, y proseguía la implicación norteamericana en el conflicto de Vietnam). El Che Guevara tuvo una participación activa en la elaboración del tratado entre Cuba y la Unión Soviética, viajando allí a fines de agosto para cerrarlo. El hecho llevaría a la llamada crisis de los misiles de Cuba que aparentemente puso al mundo al borde de la guerra nuclear y finalizaría con un dificultoso acuerdo entre Kennedy y Jruschov, presionados ambos por los sectores belicistas de sus respectivos países, por el cual Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba y retirar los misiles que tenía instalados en Turquía apuntando a la Unión Soviética, y ésta a retirar los misiles nucleares del territorio cubano.[9]

La etapa de mayor prosperidad

En las décadas de 1970 y 1980 la aplicación de políticas económicas más racionales permitió una pequeña mejora en el abastecimiento a la población, aún cuando se mantuvo la famosa "libreta de racionamiento" que continúa hasta nuestros días. Los sectores agrícola, pecuario, pesquero e incluso el industrial (fundamentalmente la industria ligera) crecieron significativamente. No obstante, la posición de suministrador de materias primas que tenía Cuba en el CAME (COMECOM) a pesar de la balanza comercial ventajosa para Cuba, debilitaba la economía cubana a la larga y acentuaba su dependencia del bloque comunista para el avance económico. La ausencia de una verdadera industrialización, así como la paralización de toda iniciativa privada o autogestión obrera, aún en pequeña escala e inclusive en el área de los servicios, hicieron a Cuba mucho más sensible para los cambios geopolíticos que se avecinaban.

Colapso soviético

Al colapsar la Unión Soviética en 1991 era un lugar común en los análisis sobre política internacional señalar el inminente colapso del gobierno cubano. Se sostenía que, frente al triunfo mundial del capitalismo y la democracia formal, y el absoluto bloqueo económico y el subsecuente deterioro de las condiciones de vida de la población cubana, sería inevitable una sublevación popular en la isla. Sin embargo las previsiones no se cumplieron, sorprendiendo a una gran parte de los estudiosos.


Período Especial

Se conoce como Período especial en tiempo de paz o Período Especial a la etapa de la historia cubana luego del colapso soviético hasta el nuevo siglo. Esto implica que abarca desde finales de 1991 hasta 1997-1999.

En realidad el Período Especial comenzó el 1ro. de Septiembre de 1990, con un férreo control de los alimentos, que fueron racionados casi en su totalidad para evitar una hambruna mayor. El voluntarismo de Castro en la toma de decisiones y la dependencia de un enorme subsidio económico por parte de la URSS y otros miembros del CAME, se unió ahora la falta de compradores de productos agrarios de Cuba, el cese del generoso y abundante suministro de combustible , la desconfianza de los acreedores internacionales por los reitarados incumplimientos en los pagos, así como el colapso de varios sectores económicos sensibles (entre otros los servicios prácticamente dejaron de existir durante esta etapa), afectaron a todo el país. Aun así, el gobierno cubano decidió llevar a cabo los planificados XI Juegos Panamericanos de la Habana. Los EE.UU. argumentaron que había que cambiarlos de sede producto a la crisis en Cuba y celebrarlos en su país o en otro de la región. Al final estos juegos significaron más gastos que ganancias por la posición digna de Cuba de realizarlos aún sin la participación de televisoras extranjeras e incluso regalando a las naciones más pobres las transmisiones televisivas. Los enormes gastos de los Juegos Panamericanos aceleraron el colapso que se avecinaba.

Entre 1992 y 1994 el presupuesto nacional se redujo a menos de 2000 millones de dólares anuales, un número impensable para una nación de 11 millones de habitantes. No obstante, a pesar del hambre de un importante sector de la población, el régimen se mantuvo en el poder a través de control.

El gobierno, ante la caída económica, autorizó (muy limitadamente) un reducidísimo sector privado al que se llamó "Cuentapropismo" o "Trabajo por Cuenta Propia", que era el único capaz de llevar a cabo funciones de servicios y artesanales que el Estado no estaba en condiciones de asumir. Posteriormente, ante el fortalecimiento del presupuesto nacional, el cuentapropismo fue limitado radicalmente a través de la prohibición de expedir nuevas licencias y con aumentos de los impuestos hasta niveles insostenibles, con lo que, en lugar de estimular la producción, lo que se logró fue el aumento de una capa parásita de intermediarios y comerciantes (con un alto nivel de ilegalidad y corrupción) que aún controla ese diezmado sector privado de la economía cubana actual.

Paralelamente, en 1993, se legalizó la tenencia y uso de divisas convertibles, con lo que se puso en práctica el sistema de doble moneda, lo que, aunque detuvo el proceso de pérdida de valor de la moneda nacional, ya decaída enormemente por la disminución del Producto Nacional Bruto, no logró ninguna recuperación y mantiene los salarios de los trabajadores en niveles irreales, totalmente divorciados de los precios y las necesidades más perentorias de las familias cubanas. Además, esto trajo consigo un aumento vertiginoso de la prostitución y el proxenetismo, entre otros males; aumentó las desigualdad económica de la población.

Recuperación Económica hasta la Actualidad

El Gobierno tomó medidas para desarrollar y levantar de esa crisis al país. Entre las medidas se encontraba el aumento de la inversión del capital extranjero, las tiendas de divisas (en USD) y el aumento de la producción agrícola a través de los mercados agrícolas, también controlados por intermediarios.

Para evitar los conflictos monetarios se aumentó el uso del peso convertible hasta hacerse el principal medio de las tiendas (aquellas que no son por moneda nacional). Además se ha aumentado el número de industrias, producciones y en general la economía, aunque aún ofrece grandes retos. La industria azucarera, otrora fuente principal de divisas, es ahora el tercer renglón (con perspectivas de disminuir nuevamente), antecedida por el turismo y la industria niquelífera. La macroeconomía ha mejorado ostensiblemente, pero aún las economías familiares están sumidas en niveles misérrimos, inferiores al poder adquisitivo elemental de poder comprar alimentos que permitan una dieta adecuada, para no hablar de otras necesidades primarias y menos aún de comodidades. Las desigualdades sociales han aumentado también, existiendo un notable sector enriquecido ubicado en altos cargos del Gobierno, mientras que una porción mayoritaria de la población participa de una forma u otra en actividades más o menos ilegales, que oscilan entre esforzados trabajos por cuenta propia sin licencias, pasando por el comercio ilegal de bienes no esenciales que están a precios exorbitantes en las tiendas, hasta el comercio inescrupuloso de artículos de primera necesidad, como alimentos o incluso de medicamentos.

Como ocurrió en todos los países Comunistas, especialmente al final de la Segunda Guerra Mundial,, el gobierno cubano limitó la salida de los nacionales de Cuba al exterior, con fuertes regulaciones, que no se justifican y generan toda clase de malestar, siendo denunciado en los foros internacionales como una violación de los Derechos Humanos.

En los últimos años, con el renacer de las fuerzas de izquierda en América Latina, la Revolución Cubana ha incrementado su papel de dirección y apoyo, casi desaparecido en la década de los 90. Actualmente el gobierno cubano desarrolla las relaciones de toda clase (económicas, políticas, militares y sociales ) con el gobierno de Hugo Chavez de Venezuela y con el gobierno del líder cocalero Evo Morales en Bolivia, así como con el gobierno de Cristina Fernández de Kichner en Argentina, con Correa en Ecuador y Ortega en Nicaragua.

En 2006, Fidel Castro enfermó y delegó el mando en su hermano Raúl, por primera vez en 47 años desde el triunfo de la Revolución Cubana de 1959. El hecho abrió nuevamente un amplio proceso de debates y especulaciones sobre el futuro de la Revolución Cubana.

El 19 de febrero de 2008, Fidel Castro, a través del diario oficial Granma, anunciaba que renunciaba definitivamente a la Presidencia de Cuba (a la que había renunciado provisionalmente el 1 de julio de 2006) declinando la posibilidad de aspirar de nuevo a dicho puesto.

La Asamblea Nacional Cubana eligió el 24 de Febrero de 2008 a Raúl Castro como nuevo Presidente de Cuba.



Hecho por Jorge Villa y Floreal Peña

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