El 15 de diciembre de 1841, la legislatura eligió gobernador a Justo José de Urquiza. No dejaría el poder en la provincia hasta su muerte, casi treinta años más tarde. Fue gobernador durante 18 años, a lo que hay que sumar seis años de federalización de la provincia bajo su propia presidencia, y cuatro de un empleado suyo. En total, 28 años; más que Rosas en Buenos Aires.
Busto de Urquiza, del escultor Erminio Blotta, en Rosario
La situación era muy delicada; Urquiza emitió una proclama, en que decía que
"nadie ha sido colocado al frente de la provincia en circunstancias más difíciles. El mando, desnudo de cuanto halaga, sólo me presenta sus azares."
Enseguida delegó el mando en Vicente Zapata, y abandonó la capital. Días después, Paz ocupaba Paraná y Rivera Concepción del Uruguay. Urquiza se retiró a la isla del Tonelero, protegida por pantanos y arroyos, donde se puso a organizar un ejército con miles voluntarios entrerrianos, a quienes formó militarmente. Entre ellos estaba un joven, hijo de un viejo general que estaba prisionero de Rosas por unitario: era Ricardo López Jordán. Durante un corto período se trasladó a la provincia de Buenos Aires.
Paz se hizo elegir gobernador, pero la falta de ayuda del gobernador correntino Pedro Ferré lo obligó a ir en busca de Rivera, cruzando la provincia. En el camino perdió casi todo su ejército, que pasó a engrosar el de Urquiza. Éste ocupó Paraná sin oposición, y enseguida inició la campaña en el interior de la provincia.
Simultáneamente, Oribe regresaba desde el norte, donde había derrotado a Lavalle, y atacó al gobernador santafesino Juan Pablo López (que se había pasado de bando), derrotándolo con facilidad. Echagüe se hizo cargo del gobierno santafesino y Oribe cruzó el Paraná, siguiendo su marcha hacia el Uruguay.
Rivera tomó el mando del ejército unido uruguayo-unitario. Urquiza se unió a Oribe y juntos avanzaron hacia el río Uruguay, cerca del cual derrotaron completamente a sus enemigos en la batalla de Arroyo Grande, el 6 de diciembre de 1842.
Mientras Oribe continuaba su avance hacia Montevideo, ocupando la mayor parte del territorio uruguayo, Urquiza invadió Corrientes, donde colocó un gobernador federal, Pedro Cabral, y dejó una guarnición entrerriana en Goya, al mando del general José Miguel Galán.
Después acompañó el lento - demasiado lento - avance de Oribe hacia la capital uruguaya, a la que puso sitio. Así se iniciaba el período que los uruguayos llaman la Guerra Grande.
En Corrientes, una reacción dirigida por Joaquín y Juan Madariaga tomó el poder y expulsó a los entrerrianos. Enseguida atacaron Entre Ríos; la defensa quedó a cargo del general uruguayo Eugenio Garzón, mientras una rebelión en el interior de la provincia costaba la muerte de Cipriano de Urquiza. Los correntinos evacuaron Entre Ríos, y Urquiza pudo seguir sus campañas en el Uruguay; allí derrotó a Rivera junto al río Yí, y el 27 de marzo de 1845 lo venció definitivamente en la batalla de India Muerta.[3] Nuevamente fue acusado de haber ejecutado cientos de prisioneros.
El bloque anglo – francés y las actividades de corsarios al servicio del gobierno de Montevideo continuaron afectando al gobierno entrerriano. El capitán italiano Giuseppe Garibaldi[4] saqueó Gualeguaychú; y a los pocos días el griego Cardassy capturó todos los barcos del puerto de Paraná.
Busto de Urquiza, del escultor Erminio Blotta, en Rosario
La situación era muy delicada; Urquiza emitió una proclama, en que decía que
"nadie ha sido colocado al frente de la provincia en circunstancias más difíciles. El mando, desnudo de cuanto halaga, sólo me presenta sus azares."
Enseguida delegó el mando en Vicente Zapata, y abandonó la capital. Días después, Paz ocupaba Paraná y Rivera Concepción del Uruguay. Urquiza se retiró a la isla del Tonelero, protegida por pantanos y arroyos, donde se puso a organizar un ejército con miles voluntarios entrerrianos, a quienes formó militarmente. Entre ellos estaba un joven, hijo de un viejo general que estaba prisionero de Rosas por unitario: era Ricardo López Jordán. Durante un corto período se trasladó a la provincia de Buenos Aires.
Paz se hizo elegir gobernador, pero la falta de ayuda del gobernador correntino Pedro Ferré lo obligó a ir en busca de Rivera, cruzando la provincia. En el camino perdió casi todo su ejército, que pasó a engrosar el de Urquiza. Éste ocupó Paraná sin oposición, y enseguida inició la campaña en el interior de la provincia.
Simultáneamente, Oribe regresaba desde el norte, donde había derrotado a Lavalle, y atacó al gobernador santafesino Juan Pablo López (que se había pasado de bando), derrotándolo con facilidad. Echagüe se hizo cargo del gobierno santafesino y Oribe cruzó el Paraná, siguiendo su marcha hacia el Uruguay.
Rivera tomó el mando del ejército unido uruguayo-unitario. Urquiza se unió a Oribe y juntos avanzaron hacia el río Uruguay, cerca del cual derrotaron completamente a sus enemigos en la batalla de Arroyo Grande, el 6 de diciembre de 1842.
Mientras Oribe continuaba su avance hacia Montevideo, ocupando la mayor parte del territorio uruguayo, Urquiza invadió Corrientes, donde colocó un gobernador federal, Pedro Cabral, y dejó una guarnición entrerriana en Goya, al mando del general José Miguel Galán.
Después acompañó el lento - demasiado lento - avance de Oribe hacia la capital uruguaya, a la que puso sitio. Así se iniciaba el período que los uruguayos llaman la Guerra Grande.
En Corrientes, una reacción dirigida por Joaquín y Juan Madariaga tomó el poder y expulsó a los entrerrianos. Enseguida atacaron Entre Ríos; la defensa quedó a cargo del general uruguayo Eugenio Garzón, mientras una rebelión en el interior de la provincia costaba la muerte de Cipriano de Urquiza. Los correntinos evacuaron Entre Ríos, y Urquiza pudo seguir sus campañas en el Uruguay; allí derrotó a Rivera junto al río Yí, y el 27 de marzo de 1845 lo venció definitivamente en la batalla de India Muerta.[3] Nuevamente fue acusado de haber ejecutado cientos de prisioneros.
El bloque anglo – francés y las actividades de corsarios al servicio del gobierno de Montevideo continuaron afectando al gobierno entrerriano. El capitán italiano Giuseppe Garibaldi[4] saqueó Gualeguaychú; y a los pocos días el griego Cardassy capturó todos los barcos del puerto de Paraná.
(subido por floreal)
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