Los años anteriores a 1955 mostraron hasta qué punto el peronismo fue generando oposiciones en distintos ámbitos de la sociedad argentina.
La oposición política comenzó a despertarse incentivada por la fuerte conflictividad social aglutinaba a sindicalistas (que luchaban por aumentos salariales) e industriales (que querían volver al esquema proteccionista anterior). Otros sectores influyentes de la sociedad, como el ya comentado de la Iglesia, contribuyeron a profundizar la crisis del régimen.
Sin embargo, es preciso hacer referencia a un factor de importancia: el período peronista estuvo atravesado por un fuerte conflicto cultural, mucho más virulento que el estrictamente social, que enfrentó a la "oligarquía" y al "pueblo". Lo popular combinaba las dimensiones trabajadora e integrativa, ya que carecía de aquellos componentes clasistas que, en otras sociedades, se manifiestan en una cultura cerrada y centrada en sí misma. No se apoyó en un modelo cultural diferente del establecido sino que trató, de manera diferente y más amplia, de apropiarse de él, de participar de algo juzgado valioso y ajeno. En esa perspectiva, la oligarquía -fría y egoísta- era quien pretendía restringir el acceso a esos bienes y excluir al pueblo. Se trataba de una deficinión precisa en cierto sentido, sobre todo ético, pero socialmente muy difusa, y permitía combinar un violento ataque discursivo con escasas acciones en contra de los supuestos destinatarios.
Inversamente, desde la oposición, la resistencia a las prácticas políticas del peronismo se combinaba con la indignación ante la manera en que se llevó adelante el proceso de democratización social. Por lo tanto, se sumó la reacción frente a la invasión popular de los espacios considerados propios con la ira ante la pérdida de la deferencia y el respeto, que juzgaban producto de las medidas demagñogicas del régimen. Su respuesta fue, junto con el ataque el régimen, la ridiculización del recién llegao, tanto del nuevo rico como del humilde habitante urbano, inacpaz de manejar con destreza los instrumentos de la nueva cultura o de comprender sus claves, y a menudo encandilado con sus manifestaciones mas superficiales.
Como consecuencia de esta realidad, la situación experimentó un sensible deterioro y se generó un creciente descontento. Las Fuerzas Armadas se constituyeron paulatinamente en el centro de la oposición. En junio se produjo un intento fallido que incluyó un bombardeo aéreo sobre la ciudad de Buenos Aires. Finalmente, en septiembre, en nuevo golpe militar liderado por Isaac Rojas, Pedro Aramburu y Eduardo Lonardi destutiyó a Perón y estableció un gobierno de facto.
A pesar de todo lo que había pasado Perón tomó una actitud pacifista en intentó una conciliación nacional lanzando una ofensiva de paz, dejando de lado su enfoque dictatorial. Le ofrece a los opositores la posibilidad de convertirse en una parte del todo renunciando él a la jefatura de la Revolución para ser el presidente de la nación y además les permite a ellos por primera vez expresarse a través de las radios y esto ocurre a partir del 31 de julio de 1955 que se emite el primer programa con la voz de Frondizi.
La oposición política comenzó a despertarse incentivada por la fuerte conflictividad social aglutinaba a sindicalistas (que luchaban por aumentos salariales) e industriales (que querían volver al esquema proteccionista anterior). Otros sectores influyentes de la sociedad, como el ya comentado de la Iglesia, contribuyeron a profundizar la crisis del régimen.
Sin embargo, es preciso hacer referencia a un factor de importancia: el período peronista estuvo atravesado por un fuerte conflicto cultural, mucho más virulento que el estrictamente social, que enfrentó a la "oligarquía" y al "pueblo". Lo popular combinaba las dimensiones trabajadora e integrativa, ya que carecía de aquellos componentes clasistas que, en otras sociedades, se manifiestan en una cultura cerrada y centrada en sí misma. No se apoyó en un modelo cultural diferente del establecido sino que trató, de manera diferente y más amplia, de apropiarse de él, de participar de algo juzgado valioso y ajeno. En esa perspectiva, la oligarquía -fría y egoísta- era quien pretendía restringir el acceso a esos bienes y excluir al pueblo. Se trataba de una deficinión precisa en cierto sentido, sobre todo ético, pero socialmente muy difusa, y permitía combinar un violento ataque discursivo con escasas acciones en contra de los supuestos destinatarios.
Inversamente, desde la oposición, la resistencia a las prácticas políticas del peronismo se combinaba con la indignación ante la manera en que se llevó adelante el proceso de democratización social. Por lo tanto, se sumó la reacción frente a la invasión popular de los espacios considerados propios con la ira ante la pérdida de la deferencia y el respeto, que juzgaban producto de las medidas demagñogicas del régimen. Su respuesta fue, junto con el ataque el régimen, la ridiculización del recién llegao, tanto del nuevo rico como del humilde habitante urbano, inacpaz de manejar con destreza los instrumentos de la nueva cultura o de comprender sus claves, y a menudo encandilado con sus manifestaciones mas superficiales.
Como consecuencia de esta realidad, la situación experimentó un sensible deterioro y se generó un creciente descontento. Las Fuerzas Armadas se constituyeron paulatinamente en el centro de la oposición. En junio se produjo un intento fallido que incluyó un bombardeo aéreo sobre la ciudad de Buenos Aires. Finalmente, en septiembre, en nuevo golpe militar liderado por Isaac Rojas, Pedro Aramburu y Eduardo Lonardi destutiyó a Perón y estableció un gobierno de facto.
A pesar de todo lo que había pasado Perón tomó una actitud pacifista en intentó una conciliación nacional lanzando una ofensiva de paz, dejando de lado su enfoque dictatorial. Le ofrece a los opositores la posibilidad de convertirse en una parte del todo renunciando él a la jefatura de la Revolución para ser el presidente de la nación y además les permite a ellos por primera vez expresarse a través de las radios y esto ocurre a partir del 31 de julio de 1955 que se emite el primer programa con la voz de Frondizi.
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